Este año un compañero me ha surtido de naranjas recién cogidas del árbol y no se si será debido a tanto consumo de vitamina C pero en casa no nos hemos resfriado, cosa muy rara en nosotros.
A mi me gusta mucho comerlas peladas, cortadas y espolvoreadas con un poco de canela, las encuentro deliciosas. Pero como tenía tantas, una buena opción era hacerlas en mermelada. La primera que hice me pasé con el punto de cocción y quedo muy confitada con lo que la metí en un tarro en la nevera a la espera de iluminación para ver que hago con ella. Las restantes ya han quedado en su punto con lo que tengo un buen surtido para toda la temporada. La receta la cogí del fantástico blog de
Ivana My Little things y sólo he variado alguna cosa como la cantidad de naranjas ó la manera de finalizar la conserva, ya que me quedo más tranquila si lo pongo al baño María.

Ingredientes:
- 8 naranjas
- 400 gr. de azúcar
- zumo de 1 limón

Preparación:
Lavar las naranjas y con un pelador de verduras, pelar un par de ellas evitando en lo posible coger la parte blanca ya que si no amargarán. Por el contrario, si os
gusta el sabor de la mermelada de naranja amarga no la
retiréis. Luego las hacemos en tiras muy finas.

Exprimimos el zumo de las naranjas y del limón y lo ponemos todo en un recipiente junto con el azúcar y las tiritas de naranja. Lo dejamos macerar como mínimo 2 horas. Yo lo tuve toda la noche.
Lo ponemos en una cazuela y lo hacemos hervir muy lentamente por espacio de 2 horas
aproximadamente. Cuando comience a presentar una textura de
almíbar y la piel esté transparente la mermelada estará en su punto. Vigilad el punto de
almíbar porque si lo
dejáis demasiado os quedará una textura más dura y no de mermelada. Cuando se
enfría gana espesor.
Mientras herviremos los botes de cristal para esterilizarlos. Cuando la mermelada esté lista los pasamos a los tarros esterilizados, los cerramos bien y los
ponemos a hervir al baño María durante 1/2 hora.

Otra forma de consumir naranjas que espero que disfrutéis.
Carpe Diem!