En casa la llamamos "tortilla de patatas" sin más, pero siempre la hacemos añadiéndole cebolla. No descubro la panacea pero es mi pequeño tributo a un plato sencillo, con unos ingredientes básicos y que, en mi opinión, podría competir con los mejores manjares. La de hoy está hecha con unas patatas nuevas que compré en un payés y con huevos "de gallinas libres", y realmente, se nota en el sabor.
Ingredientes:
- Patatas
- Cebollas de Figueras
- Huevos
- Aceite
- Sal
Pelar las patatas y cortarlas tipo panadera pero más finas. Cortar la cebolla en juliana. Calentar aceite en una sarten y poner las patatas y la cebolla. Yo siempre tapo la sarten durante unos cinco minutos para que las patatas queden blanditas y luego las destapo para que se doren y tuesten. Batir un poco los huevos en un bol y añadir las patatas y cebolla escurridas de aceite. Mezclar y volver a poner en la sartén sin nada de aceite. Bajar el fuego y dejar que se dore por un lado, dar la vuelta y dorar por el otro. Intento siempre que no quede reseca por dentro.
Qué gran clásico! Hay que ser realmente unos maestros para hacer una tortilla como esta. Yo no me he arevido nunca, le cedo el sitio al hombre hispánico. Besos
ResponderEliminarCannella: Muchas gracias, pero seguro que ti también te saldría fantástica. Hasta pronto.
ResponderEliminarÉsta es la cena que esta noche prepará mi marido, nos encanta y la tuya se ve estupenda, además con esos ingredientes...
ResponderEliminarte invito a unos muffins si te apetecen
saludos
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