Un estofado sencillito y muy resultón para no complicarse y comer de rechupete. Este lo hice con la slow cooker, mejor dicho lo deje haciéndose a él solito toda la tarde. Cómo había llovido Xavier no tenía entreno de hoquei así que aprovechamos para pasar la tarde haciendo puzzles y montando legos. Y al cabo de 4 horitas.... tachan! la comida del día siguiente ya estaba preparada.
Ingredientes:
- Carne para estofar. En este caso morcillo de ternera.
- Cebollitas
- 1 vaso grande de cerveza
- harina
- sal y aceite.
Preparación:
Preparamos la carne. (Como soy un poco maniática la limpio bien de nervios y pieles). La enharinamos levemente, sin salar, la salteamos a fuego vivo y la pasamos a la slow cooker. Pelamos las cebollitas, escaldándolas en agua hirviendo para poderlas pelar mejor, las doramos un poco en una sartén con un poco de aceite y las pasamos a la slow cooker. Añadimos la cerveza y lo dejamos 4 horas en alto. A media cocción rectificamos de sal.
Para hacerlo de forma tradicional, en cazuela, primero doraremos las cebollas. En la misma cacerola doraremos la carne y cuando ya esté hecha le añadiremos las cebollas y la cerveza y lo dejaremos a fuego muy lento durante hasta que la carne esté tierna, aproximadamente hora y media y vigilando que no se pegue y que no se quede seca.
La ventaja que encuentro con la solw es que te puedes despreocupar totalmente porque no se pega y con poco líquido sale estupendo. Tampoco es necesario ponerle grasa por lo que nos ahorramos alguna que otra caloría.
A los panarras aconsejo que tengáis un buen pan a mano para mojar.
Carpe Diem!
